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martes, 13 de septiembre de 2016

Belfast con niños y tour de murales en español

Belfast era la ciudad elegida para empezar nuestra ruta en autocaravana por Irlanda. Esto no era una casualidad, desde siempre había tenido interés en visitarla, esta próspera ciudad marcada por una larga historia de conflictos políticos, me atraía mucho más que otras zonas del país. Cuando miramos a nuestro alrededor en el avión hacia Belfast, nos dimos cuenta que nosotros y otra pareja, éramos los únicos españoles del pasaje y francamente, espero que esta situación cambie, porque Belfast merece la pena. Es una ciudad preciosa tanto por sí sola, como punto de partida para conocer Irlanda del Norte o el resto de la preciosa Irlanda.


Llegamos a Belfast a mitad de un día de julio, habíamos salido de España a más de cuarenta grados y el tiempo allí nos recibía nublado y amenazando lluvia; perfecto para nosotros acostumbrados al calor de Andalucía. Pasaríamos tres días en la ciudad alojados en un hotel y después, en la ciudad, recogeríamos nuestra autocaravana de alquiler para recorrer durante nueve días más el resto de Irlanda. Como ya os indicaré con detalle en mi post índice de toda nuestra ruta por Irlanda, tomamos un taxi desde el aeropuerto hasta nuestro hotel, el Holiday Inn Belfast City Center.


Allí nos dijeron que nuestra habitación aún no estaba disponible, que tardarían un poco, nos pareció extraño a casi las tres de la tarde, pero bueno, no teníamos ninguna prisa. Yo había visto por internet que el pub más famoso de Belfast estaba muy cerca de nuestro hotel, así que para allá nos fuimos a tomar nuestra primera pinta.


Nada más salir del hotel, un montón de banderas británicas y adornos varios, nos hizo darnos cuenta que estábamos en pleno barrio protestante, concretamente a la entrada de Sandy Row, ya os hablaré detenidamente de nuestra visita por los murales de la ciudad. Adelantaros que este cartel mural que da entrada a este barrio protestante, "Welcome to Sandy Row", lo hicieron los vecinos en respuesta al famosísimo cartel, que días después veríamos en la ciudad de Derry, "You are now entering free Derry" (cartel de entrada al, en su día, más conflictivo barrio católico de Derry).


Entrada al barrio católico de Derry

Como no, en este mural protestante aparece William III, ganador de la batalla del Boyne, que marcó la historia del país e hizo que los ingleses tomasen definitivamente la ejemonía del mismo, cambiando el destino de miles familias católicas que perderían sus derechos frente a los colonos ingleses que llegaron para colonizar las tierras del norte y hacer fuerte el poder anglosajón en la zona. Ésta sería la semilla de todo el conflicto que ha azotado Irlanda del Norte hasta hace unos años. En Irlanda del Norte encuentras a este William III hasta en la sopa, en zonas protestantes claro está, además en julio siguen celebrando el triunfo de la batalla del Boyne y podréis ver banderas británicas y fotos de este señor por muchos pueblecitos del norte de Irlanda.

Tras echar un vistazo al vecindario, como no, con nuestros impermeables puestos porque amenazaba lluvia, tomamos rumbo al Pub The Crown Liquor Saloon.


Tuvimos suerte, al ser temprano había sitio libre y nos sentamos toda la familia en una de las mesas que están encajadas como en pequeños reservados.


Muy curiosa esta forma de separar las mesas y guardar la privacidad entre ellas. El sitio es muy pintoresco, es de 1880, de estilo victoriano, perfectamente restaurado, lleno de vidrieras, molduras y lámparas de gas. Las pintas cuestan 4 libras y pico, igual que en el resto de pubs y aunque es muy turístico, se puede comer allí a precios iguales que en el resto de pubs.

Volvimos a nuestro hotel, nuestra habitación ya estaba lista. Era una habitación familiar con cama doble, sofá cama y cuna (115 libras la noche con desayuno irlandés completo incluido). Buscar en la ciudad habitación familiar (donde admitiesen a dos niños), céntrica y a precio razonable; fue una tarea complicada. Por eso, el precio de la autocaravana que alquilamos para hacer nuestra ruta por el resto de Irlanda los días sucesivos con Bunk Campers, nos pareció estupendo.


Descansamos un poco porque nos habíamos levantado ese día muy temprano para llegar a tiempo a tomar el vuelo hacia Irlanda. Tras el descanso, pusimos rumbo al centro, dimos un paseo por sus calles. Belfast fue una importante ciudad durante la revolución industrial, con fuerte industria textil de lino, tabaco y en sus astilleros se construían importantes embarcaciones (una de ellas el Titanic). Este poderío industrial se denota en sus bonitos edificios, muchos de época victoriana. Junto a nuestro hotel estaba este precioso edificio, antigua fábrica de tabaco.


Nos dirigimos al ayuntamiento, una gran mole de piedra gris de 1906 rodeada de jardines. Nuestros peques pasaron el rato jugando en el césped alrededor del edificio, custodiados por estatuas de la reina Victoria, de Edward Harland (fundador del astillero Harland and Wolff donde se construyó el Titanic), un monumento en memoria a las víctimas del Titanic y otro a las víctimas de guerras.


Mis hijos estaban muy cansados y decían que querían ir ya a dormir; así que decidimos no ir a cenar fuera porque no hubiesen aguantado. Yo traía de casa algunos potitos para ellos, así que compramos en un Tescco (hay uno justo al lado del pub The Crown Liquor Saloon) algo para cenar nosotros y nos fuimos a descansar al hotel.

Belfast el segundo día nos regaló un sol precioso. Como dice el dicho "allá donde fueres haz lo que vieres", pues decidimos probar el Full Irish Breakfast, el rico y contundente desayuno irlandés. Ese día nos amoldaríamos a las costumbres culinarias del país, desayunar fuerte, almorzar poco y cena temprana más copiosa (así no tendríamos problemas para adaptarnos a los horarios de los restaurantes, que cierran temprano).


Por cierto, estaba riquísimo nuestro desayuno buffet irlandés del hotel (había también desayuno continental para quien lo prefiriese), con salchichas, black pudin (una especie de morcilla asada), carne (más que bacon era una especie de lomo), tomate asado y tostadas de patata.

Y por fin llegaba uno de los platos fuertes de nuestro viaje, la visita a los murales de Belfast. Me encanta la historia contemporánea, ya tenemos una edad y recordamos perfectamente como en los telediarios de hace algunos años no paraban las noticias del conflicto armado en Irlanda del Norte, así que poder visitar los barrios más conflictivos con un guía que nos diese detalles de todo, para nosotros era fundamental porque el tema nos resultaba interesante. Lo típico es alquilar un taxi negro, un "black cab" y que el taxista te lleve por los barrios, te enseñe los murales y te explique en inglés la historia de todo (cuesta 30 libras el tour para cuatro ocupantes). Nosotros viajamos con dos niños muy pequeños (dos y cuatro años), no queríamos hacer la vista así, porque sabíamos que viajando con ellos nos iba a costar concentrarnos para poder escuchar en inglés las explicaciones. Así que me dispuse a buscar información para hacer el tour más personalizado en español (muchas gracias a @DescubreIrlanda por toda la información que nos facilitó por Twitter). No os podéis imaginar el trabajo que me constó encontrar una empresa que me diese el servicio en español, escribí a muchas compañías de tours sin ninguna respuesta positiva. Cuando ya casi lo había dado por perdido, una semana antes del viaje, encontré por Facebook a Belfast Millie Tours, una pequeña empresa de tours gestionada por Lorreine, una chica originaria de Belfast que había vivido durante siete años en España y que habla español perfectamente. Me puse en contacto con ella, me mandó el presupuesto (visita en español por los murales, en su taxi de 7 plazas para nosotros cuatro, por 40 libras durante hora y media). Me pareció perfecto y quedamos con ella en que nos recogería a las 11 de la mañana en nuestro hotel.

Fue un tour magnífico, nos explicó toda la historia de forma pormenorizada respondiendo todas nuestras dudas, ella es de Belfast, así que había vivido el conflicto de primera mano, además es mamá y supo tratar a mis hijos con paciencia y cariño. No os cuento demasiados detalles sobre la visita, porque creo que es interesante descubrir los detalles en el escenario real. Empezamos el tour por los murales del muro internacional, donde nos explicó, analizando sus pinturas, toda la historia del conflicto desde los inicios. Detalles globales de la independencia del resto de Irlanda de los ingleses (muchos no saben, pero la República de Irlanda es indendiente desde hace muy pocos años, 1922), principales revueltas en Irlanda del Norte, huelgas de los presos políticos....



Después entramos en el barrio católico. Entrar no es cualquier cosa, hay que atravesar una de sus puertas de acceso, ya que el barrio fue cercado durante el conflicto y continúa así. Está rodeado por muros altos y sus puertas de acceso se siguen cerrando por la noche y siguen controladas (no ya por el ejército británico como antaño, pero sí por una empresa de seguridad privada).


Allí vimos uno de los principales murales, el de Bobby Sands, preso político muerto en una de las huelgas de hambre que hicieron para quejarse de la supresión de los beneficios penitenciarios por parte de Margaret  Thatcher (querían ser considerados presos políticos, no delincuentes).


La sede del Sinn Fein (brazo político del IRA). Mi hijo quiso comprar unas banderas de Irlanda en la tienda de la sede. Mi hijo de cuatro años, debido a la Eurocopa (que ha sido este año) y a un álbum de pegatinas de la misma, se sabe todas las banderas de Europa y al comprar la bandera de Irlanda me preguntó que porqué allí no estaba la bandera de la mano, la de Irlanda del Norte, yo le dije un ¡porqué no! de esos que solemos decir las madres cuando no sabemos cómo explicar algo (imaginad lo complicado de comprar una bandera unionista en una tienda republicana) y él me miró con resignación. Es difícil explicar a un niño este conflicto tan abigarrado entre vecinos.


Salimos de nuevo del barrio, estábamos ya al otro lado del muro. Cuando estás de pie frente a él impresiona su altura, Lorreine nos dio unos rotuladores y firmamos todos en la pared del mismo.


Por supuesto nosotros pidiendo por la paz. Un tal Miguel pedía muy acertadamente que la próxima vez que fuese no existiese ya el muro.


Llegamos a la otra zona, el barrio protestante de Shankill Road. Tiene apariencia de barrio obrero también, pero aquí los murales son muy distintos, abundan las banderas británicas y de temática muy diferente, ensalzando la lealtad de la zona a la Reina de Inglaterra. En este lugar es donde descubrimos que no solamente estaba el IRA en lucha armada haciendo atentados, sino que había también grupos paramilitares unionistas derramando sangre a diestro y siniestro.


En este mural aparece tratado como un héroe, Stevie Mckeag, paramilitar de las filas unionistas apodado "Top Gun", por la cantidad de muertes de irlandeses católicos que llevaba a sus espaldas. Hay muchas denuncias de que durante la época pasada la policía del Ulster estaba muy relacionada con estos grupos paramilitares, de hecho uno de los acuerdos que se debían de cumplir para que los republicanos aceptasen las bases del acuerdo del paz, era la jubilación de gran parte de la cúpula de la policía.

Es muy difícil posicionarse ante un conflicto así porque hubo víctimas por ambos lados y cuando estás allí más difícil te resulta porque ves a los dos vecinos juntos, en su país, pero con costumbres tan diferentes y las reinvindicaciones de sus distintas raíces muy presentes aún. Pero lo cierto es que los católicos en Irlanda del Norte lo habían tenido bien difícil durante muchísimos años, eran los pobres y los marginados; con leyes que parece mentira que existiesen hasta hace tan solo unas pocas décadas; y eso debía de cambiar. El conflicto armado nunca es la solución y la reprensión inglesa para atajar el problema tampoco; así que fueron años muy convulsos, con mucha sangre derramada de por medio y poca perspectiva de solución. Hasta que por fin llegó la paz con el acuerdo de Viernes Santo y un intento de armonía entre ambas comunidades. La Paz está establecida, pero aún se puede apreciar por pequeños detalles que quedan heridas abiertas pendientes de cicatrizar y que el proceso de paz, es eso mismo, un proceso.

Tardamos algo más de lo establecido en el tour, sin ninguna objeción ni prisas por parte de Lorreine, con los peques ya se sabe, siempre el ritmo es más lento. Nos ofreció dejarnos donde quisiésemos en la ciudad, pero habíamos traído nuestras sillas de coche para que los peques fuesen sentados en el taxi y las teníamos que dejar de nuevo en nuestro hotel, así que volvimos al punto de salida.

La siguiente parada que teníamos prevista era la visita al Museo del Ulsters. Nuestro hotel estaba a unos quince minutos andando del museo, dimos un bonito paseo soleado paseando por el animado barrio de la Universidad de Belfast.


En el Museo del Ulster podéis encontrar un poco de todo, cultura, arte, historia y naturaleza. Además como todos los museos británicos, es gratuito. Nosotros estábamos muy interesados en la visita, porque allí hay una exposición de objetos encontrados en la nave Girona, uno de los barcos de la Armada Española de Felipe II que naufragó en las costas de Irlanda en 1588. Daremos más detalles en el post que estamos escribiendo sobre nuestra visita a los diferentes puntos de naufragios y a toda la historia que los envuelve (por ahora os dejo el post donde explico con más detalle lo sucedido a la Armada).


El museo está genial para los niños, tiene varias salas interactivas para ellos. Nosotros pasamos más de tres horas sumergidos en ellas. Tiene para los peques una sala de arte, otra de naturaleza y otra de objetos interactivos; donde los niños pueden tocar, pintar, recortar... Estos son ejemplos de las tres salas interactivas:




Costó mucho decirle a los peques que ya nos teníamos que ir de allí, es un museo muy interesante.

Tras la visita al museo nos sentamos a tomar un tentempié y jugar un poco en el césped de los jardines que rodean al mismo. Esos jardines son el Jardín Botánico de la ciudad, como hacía sol había mucho ambiente en ellos. Es una zona muy bonita de Belfast.


Eran las seis de la tarde y nos volvimos a encaminar al centro para encontrar un sitio para cenar. Yo llevaba anotado un restaurante especializado en pescado de la zona con muy buenas críticas, The Mourne Seafood Bar, pensaba reservar pero a final se me pasó y tras la larga caminata al llegar nos dijeron que todo estaba completo para esa tarde-noche. Así que sobre la marcha cambiamos de planes, fuimos a unos de los pub que se anuncia como el más antiguo de la ciudad, Whites Tavern. Fue un acierto porque la comida estaba francamente buena.


Pedimos dos pintas, un fish and chips, un Large Stew (carne en salsa de cerveza) y una Seafood Chowder (una especie de sopa espesa con verdura y pescado). Nos costó 37 libras.


Lo mejor fue que a las ocho de la tarde empezó la música y pasamos un buen rato escuchando los bonitos acordes irlandeses. Genial para terminar un día estupendo en la bonita ciudad de Belfast.

Amaneció nuestro tercer día en la ciudad. Otra de las zonas que teníamos anotada para conocer era el barrio Titanic Quarter, la zona de los antiguos astilleros de la ciudad donde se construiría el malogrado Titanic. Hoy día han hecho un edificio de arquitectura atrevida que asemeja al barco, con una exposición sobre la historia de su construcción y del astillero. Aquí las vistas desde el aire en nuestro avión a la vuelta, porque como os contaremos, nos quedamos sin verlo.


Íbamos muy mal de tiempo, porque terminamos tarde de desayunar y nos habían llamado esa misma mañana de la compañía de alquilar de caravanas Bunk Campers y habíamos concertado la cita con ellos a las 13:30 para recoger nuestro vehículo. Vimos en el hall del hotel una propaganda de los típicos autobuses rojos de dos plantas que hacen recorrido por toda la ciudad, preguntamos a la recepcionista y nos dijo que ella misma nos hacía la reserva, que en el hotel nos recogería en cinco minutos un bus que nos llevaría al bus principal para empezar el tour. En la propaganda ponía que contaban con audioguías en castellano, por lo que como teníamos poco tiempo nos pareció muy buena opción para terminar de conocer la ciudad y acercarnos a la zona del Titanic; así que reservamos el tour y la decisión no pudo ser más errónea. El minubus que nos iba a recoger en cinco minutos, tardó más de media hora, cuando llegamos a la zona donde teníamos que tomar el bus para empezar la ruta había una cola enorme y cuando nos subimos en el bus había pasado más de una hora. De tiempo íbamos fatal, ya casi no nos daría tiempo ni de bajarnos en la zona del Titanic. Pero bueno, decidimos montarnos en el bus, al menos escucharíamos algo más de la historia de la ciudad. Cuando nos sentamos en el bus nos dicen que tarda aún un rato en salir, preguntamos a la persona responsable por la audioguía en español y nos dice que no tenía ¿cómo, pero si en la publicidad venía detallado audioguías en seis idiomas? Pues el señor nos dice que no, que solo había dos buses con audioguías en esos idiomas, que en todos los demás las explicaciones eran solo en inglés. Le dijimos que eso no era lo que habíamos contratado, que así la visita no nos interesaba, que por favor nos devolviesen el dinero y encima el tío se puso un poco gracioso, diciéndome que si lo estaba entendiendo a él, podría entender las explicaciones en inglés. En fin, enfadados nos bajamos tanto nosotros, como un grupo de italianos que se pusieron bastante serios con el hombre por la publicidad engañosa que envolvía todo.

Un poco enfadados, con poco tiempo y sin mejor plan; decidimos entrar un momento en un Primark donde compramos algunas cosillas para el viaje (una de ellas un batería externa para aparatos por 8 libras, que mi amiga Celia me había recomendado que comprase allí, me vino genial para recargar la batería de mi móvil durante el viaje) y alguna ropa de abrigo por si acaso no era suficiente con la que llevábamos.


A la vuelta después de toda nuestra ruta en autocaravana, pernoctaríamos de nuevo en Belfast con nuestra caravana, concretamente en el camping de Dundonald, Dundonald Caravan Park, que por 23 libras tiene buenas instalaciones para pernoctar y conocer Belfast (aunque está alejado del centro).

Os animo a conocer esta bonita ciudad, para nosotros fue una visita muy interesante y que sin duda recomendamos.

13 comentarios :

  1. Lástima lo del titanic...vaya tela con esa agencia!!!
    Y genial lo del tour por losmurales! conseguiste algo muy apañado de precio!!! Has explicad muy bien el conflicto!!
    Me ha encantado la entrada, de verdad
    un abrazo

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  2. Gracias Verónica!! Al ir al jardín botánico me acordé de tu madre, porque leí en tu post que le había gustado. Un abrazo!!

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  3. Me encantan los museos interactivos para los peques! Están geniales para que lo puedan tocar todo!!
    Qué rabia lo de la excursión en los buses rojos! Vaya mentirosos!! Eso es publicidad falsa!!!
    Ay qué ganas de ir a Belfast!

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  4. Animaros Mari Carmen!! Es una ciudad pequeñita pero con una historia muy interesante. Un abrazo!

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  5. Hola! Me ha encantado la entrada! Confieso que a pesar de tener muchas ganas de ir a Irlanda, no tenía ninguna curioridad por conocer Belfast. Sin embargo tu post ha despertado mi interés!! gracias! entradas como esta hace que merezca la pena leer blogs de viajes y en particular el tuyo. También me encantan los museos en que los niños puedan tocar y jugar :) hacen que la visita sea más divertida para ellos y más relajada para nosotros

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  6. Muchas gracias Helena!! Con dos peques tengo poco tiempo para escribir y mensajes como el tuyo me hacen seguir adelante. A mi me encanta visitar museos, pero con niños como no sean de este tipo con zonas interactivas o inventes algún juego en ellos, muchas veces se hacen insufribles para los peques y, como tú mencionas, para los papis que van con ellos je je. Un saludo!!! Muchas gracias por leerme.

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  7. Belfast es de los sitios que más me atraen de Irlanda, cuando estudiaba el conflicto estaba en auge y cada poco leía en la prensa las noticias sobre las acciones dei IRA, etc, esa parte de la historia contemporánea la estudiábamos en la prensa, así que es un sitio que me llama mucho la atención. EL tour de los murales bien, lástima el mal rollo de el del Titanic. Muy buena entrada, como siempre chapeau! Un besote.

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  8. Gracias Caliope!! Es verdad yo tenía la misma inquietud ppr conocerla por el mismo motivo. Historia contemporánea vivida ppr la prensa. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo!

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  9. Hola!! Estoy muy interesada en hacer el tour de murales por Belfast!! Estoy intentando contactar con Miller tours pero no me han contestado todavia. Y estoy llegando a Belfast ahora!! Sabrías como puedo contactar o contratar ese tour ?? Espero tu respuesta, muchas gracias!!

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  10. Hola
    Tienes su teléfono? Si no lo tienes enviame email y te envío el que yo tengo.

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  11. Viajar con niños puede suponer todo un reto, pero si te preparas lo suficiente, resultará mucho más fácil de lo que te imaginabas. Además, el hacerlo convertirá tus aventuras en una experiencia mucho más completa, ya que a medida que vais encontrando otras culturas y lugares, tus pequeños aprenderán cosa nuevas y te enseñarán su punto de vista, del cual aprenderás tu.

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  12. ¡El viaje a Belfast con niños fue increíble! Disfrutar de la música y los acordes irlandeses fue lo mejor. Los instrumentos de cuerdas, como la guitarra y el banjo, aportaron un toque auténtico y alegre a la experiencia. ¡Un recuerdo musical inolvidable!

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